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María Dolores
Checa

 

 

 

Conocida familiarmente como Moni Checa, es murciana de nacimiento y canaria de adopción. Se licenció en Medicina en Madrid y posteriormente hizo la especialidad de Nefrología que ha desarrollado durante toda su vida profesional en Las Palmas de Gran Canaria. 

Ha simultaneado su profesión con las manifestaciones artísticas, desde el baile a la literatura, pasando por la música y el dibujo. Prueba de ello son, por ejemplo, unos hermosos versos dedicados al continente africano, un entretenido y coloreado cuento infantil, y las diversas exposiciones en las que ha participado, tanto de manera individual como colectiva.

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En esta entrevista habla sobre sus inicios, el traslado a la isla de Gran Canaria, sus primeros pasos en El Pino y, más tarde, en el Hospital Insular. Al principio trabajó en Urgencias hasta que obtuvo plaza en Nefrología. 

Su mayor deseo era ayudar a los demás y por eso decidió cursar Medicina. No se cansa de aprender y de estudiar cosas nuevas, ávida de nuevos conocimientos.

Inicialmente, ser mujer en un sector en el que apenas había compañeras fue muy difícil, pero ella confiesa que es “muy buena nadadora” y de esta manera supo sortear estos obstáculos para llegar a donde está ahora, con sus logros profesionales intachables.

Asimismo, su faceta artística le proporcionó y proporciona, actualmente, muy buenos ratos, además de buenas críticas por parte del público y de los especialistas. Cuando abrieron la Escuela de Bellas Artes acudía algunas horas al día para aprender nuevas técnicas y plasmarlas en sus obras.

Aconseja a los nuevos médicos que no olviden la faceta humana del profesional y “que no se rindan”. Que estudien mucho para ser buenos en su especialidad, el camino será duro, pero, insiste “que nunca se rindan”. 

Médicos que dejan huella