Ana Alonso fue directora provincial del INSALUD en 1982 hasta 1985. Fue jefa de servicio de Anatomía Patologíca en la Clínica del Pino y luego en el Hospital Dr. Negrín. Se jubiló en 2015 y ahora dedica su tiempo a su gran afición, escribir novelas. Ganó el Premio Internacional Benito Pérez Galdós con su primera obra.

Ana Alonso

Ana Alonso fue directora provincial del INSALUD en 1982 hasta 1985. Fue jefa de servicio de Anatomía Patologíca en la Clínica del Pino y luego en el Hospital Dr. Negrín. Se jubiló en 2015 y ahora dedica su tiempo a su gran afición, escribir novelas. Ganó el Premio Internacional Benito Pérez Galdós con su primera obra.

Se especializó en el Hospital San Pablo de Barcelona, que sí estaba inmerso en la formación reglada MIR y contaba un servicio muy moderno. Estaba dirigido por Lorenzo Galindo, que había trabajado en hospitales de Estados Unidos y Puerto Rico, “con una visión muy clínica y de integración con los servicios clínicos del hospital”.

Al acabar, trabajó tres años más en la ciudad condal, hasta que obtiene plaza de jefe de sección en la Clínica del Pino. Ana Alonso destacó la importancia de estar cerca de alguien de quien aprender es esencial durante al menos los siguientes cinco años en los que actúan con responsabilidad plena.

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Los años finales de los 70 y principios de los 80 son años de movilizaciones del colectivo médico demandando mejoras estructurales de la sanidad pública en Canarias, de equipamiento y de organización. En 1982, y le propusieron que asumiera la Dirección Provincial del INSALUD. Cargo que aceptó y estuvo al frente durante tres años.

En la entrevista reconoce que no fueron años fáciles, “por la precariedad del sistema sanitario público, una crisis económica nacional que dejaba poco margen a las mejoras”. No abandonó la gestión y acudió a la llamada para también estar al frente tres años de la Dirección de Asistencia Especializa de Sanidad de Andalucía.

Ana Alonso relata cómo dos años antes de la fecha de su jubilación renunció a la jefatura del Servicio. Recuperó una afición casi olvidada que le proporcionaba un gran placer, escribir ficción. Viajó a los lugares de infancia, hacer entrevistas a nativos y españoles que habían vivido en esos años en Ifni, bucear en los Archivos Militares. Obtuvo en 2018, con Todo quedará en la sombra, el prestigioso Premio Internacional de Novela Benito Pérez Galdós.

Médicos que dejan huella